Por Carlos Cacho Rodríguez
Se realizó el homenaje del 3 aniversario luctuoso de Juan Garzón Contreras, mejor conocido como Don Juan, líder y pilar del tianguis de San Martín Texmelucan, en este acto presidido por su familia en una emotiva reunión junto con agremiados al Círculo de Organizaciones Populares (COP), dentro del tianguis donde fue su vida entera, lo recordaron como el hombre incansable y luchador social para dar trabajo a miles de familias, que día tras día salen adelante.
Elim Garzón Badillo, Secretaria del COP acompañada en el presídium por Zabdiel Garzón, nieto de Don Juan; René Bejarano Martínez, Dirigente Nacional del Movimiento Nacional por la Esperanza (MNE) y Juan Manuel Alonso, presidente municipal de San Martín Texmelucan, en su mensaje a los agremiados y ciudadanía en general, enalteció la memoria de su padre Don Juan Garzón Contreras, “Hoy rendimos homenaje a Juan Garzón, un líder incansable cuya vida estuvo marcada por la lucha y el compromiso con los más vulnerables. Durante más de 50 años, fue la voz firme y valiente de una organización que nació para resistir y transformar. Su legado es una marcha imparable contra la injusticia, un ejemplo de entrega, convicción y dignidad que nos inspira a seguir luchando. Aunque su ausencia duele, su espíritu vive en cada paso que damos, porque mientras haya desigualdad, su causa seguirá siendo la nuestra”, destacó, Garzón Badillo.
Asimismo, Zabdiel Garzón, detalló que, a tres años de la partida del líder Garzón Contreras, aun lo recuerdan con gratitud y respeto, “recordamos con gratitud y profundo respeto a Juan Garzón Contreras, un hombre íntegro cuya huella permanece viva en cada rincón de este tianguis. Líder social incansable, defensor de los comerciantes y de la justicia, fue también un padre amoroso, un abuelo ejemplar y un pilar de valores en su hogar. Su legado de lucha, honestidad y unidad sigue inspirándonos y nos recuerda la importancia de no olvidar nuestras raíces”.
Uno de los momentos más conmovedores del homenaje luctuoso ocurrió al cierre de la ceremonia, cuando los nietos del líder, desde el presídium, abrieron una pequeña caja de madera que cada uno sostenía en sus manos para liberar mariposas blancas. Estas volaron suavemente entre los arreglos florales del mismo tono que decoraban el recinto, generando una imagen llena de simbolismo, como un gesto de paz, libertad y memoria viva, que conmovió profundamente a los presentes.