Desde el inicio de la emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19, estudiantes de primarias en comunidades apartadas de la entidad poblana e incluso en diversas regiones del país, solo están recibiendo dos horas de clase diarias a nivel primaria e incluso existen casos donde la enseñanza se reconoce como un servicio de lujo, ya que hay alumnos que no pueden acceder a la educación.
La presidenta de la Federación Nacional de Padres de Familia A.C., Aurora González de Rosas, manifestó la preocupación que se ha extendido entre muchas cabezas de familia, sean mamá o papá, en el sentido de constatar que menores de edad no reciben la suficiente cantidad de horas clase como para prepararse como es debido.
A esto se le suma que, en bachilleres, el alumnado fundamentalmente de comunidades o poblaciones con una situación económica adversa, solo reciben 4 horas clase en el mejor de los casos, ingresando a su educación virtual a las 7:00 de la mañana y teniendo salida a las 11:00 horas.
Aurora González subrayó que los casos donde los alumnos no reciben clases, es en aquellos donde las comunidades carecen del servicio de luz eléctrica, lo cual ocasiona que el acceder a la educación a distancia sea un hecho imposible.
Sabemos, dijo, “que a las comunidades apartadas se les ofrece el servicio de educación a través del sistema de radio, sin embargo, cómo pueden acceder a este medio de comunicación los estudiantes que no cuentan con energía eléctrica”.
A consecuencia de los hechos y a nombre de los padres de familia que integran la FENAPAF, González de Rosas hizo un llamado a las autoridades tanto nacionales como locales para que implementen programas estratégicos de dotación de herramientas, (como servicio de energía eléctrica, tablets, equipo de cómputo y servicio de internet), y así lograr que sean más estudiantes los que puedan acceder a la educación a distancia.
Recordó que en el estado e incluso a nivel nacional, en diversas ocasiones se han desarrollado programas de entrega de tablets o sistemas de computo a estudiantes, por lo que sería adecuado que parte del presupuesto de la federación se destinara a esta necesidad básica y urgente enfocada a la formación de estudiantes.
La titular de la FENAPAF informó que las cuotas de padres de familia se siguen cobrando en instituciones de educación pública, siendo 850 por estudiante en primarias y 950 pesos en bachiller, y pese a contar con este recurso, las escuelas hacen mutis en las necesidades básicas de los estudiantes que no cuentan con las herramientas necesarias para poder obtener con una educación diaria y de calidad.
Comentó que entre las comunidades donde existe bajo rendimiento educativo, escasas horas clase y nulo servicio de energía eléctrica, están aquellas que se ubican en municipios como Tlatlauquitepec, Zacapoaxtla, Libres, Ayotozco y Teziutlán.
En esas regiones, dijo, “existen escuelas rurales, escuelas indígenas, que llevan dos años de atraso en la educación, ya que la enseñanza se ha impartido a cuenta gotas por la falta de servicios y la ausencia de una estrategia eficiente de parte de las autoridades para solventar los críticos problemas que afronta la educación en tiempos de Covid”.